Los profesionales sociosanitarios habitualmente se enfrentan a la muerte de sus pacientes o usuarios de los servicios que facilitan. Este contacto diario con el dolor y la muerte requiere desarrollar estrategias de autocuidado para distanciarse de su trabajo y evitar que se produzca ansiedad y otros síntomas relacionados con el “síndrome del quemado o burn-out”.
La entidad o empresa en la que se trabaja juega un papel muy importante en este proceso, ya que es responsable de facilitar las herramientas necesarias para que los profesionales puedan afrontar estas pérdidas de una forma sana.
¿Qué debe hacer una entidad pública o una empresa privada para ayudar a sus profesionales sociosanitarios?
- Favorecer el desarrollo de una “pausa sagrada” para despedirse.
- Realizar rituales de despedida, dando valor al vínculo entre profesionales y pacientes/usuarios.
- Reconocer el dolor del profesional frente a la pérdida de los pacientes/usuarios.
- Crear protocolos de apoyo en crisis a profesionales en situación de pérdida.
- Mantener al equipo cohesionado, informado y de buen humor.
- Dar espacios de respiro.
- Acciones formativas.
- Mentorías de profesionales expertos que den confianza y herramientas para gestionar el duelo.
- Facilitar ayuda especializada cuando el profesional la necesite.
Si se opta por los rituales, existen varias alternativas para realizar en equipo. De este modo se puede favorecer la unión y crear un espacio de apertura emocional para que todo el personal pueda sentirse acompañado en su dolor.
Algunos ejemplos de rituales de despedida simbólicos podrían ser:
Árbol del recuerdo
Tener un espacio en la organización donde de forma física o en un mural se puedan poner los mensajes que el personal quiere mandar a aquellas personas que han fallecido.
Es una forma de homenaje y facilita la expresión emocional.
Espacio del recuerdo
Se puede crear un lugar en la organización donde permitir la expresión de recuerdos, emociones y sentimientos. Se pueden poner cajas para guardar las cartas que no se envían, colocar fotos, dibujos o cualquier tipo de objeto que suponga un recuerdo hacia la persona fallecida.
Plantación de árboles
Siempre que sea posible, se puede destinar un espacio en el jardín de la institución o empresa para plantar un árbol en memoria de esas personas que ya no están. De esta manera, se creará un espacio para el recuerdo al que el profesional puede acudir siempre que lo necesite.